martes, 9 de septiembre de 2008

escritores...


Los escritores, son una raza aparte
Algo así como una especie extraña
Capaces de reír y llorar a la vez.
De asustarse y confiarse al mismo tiempo.

Son increíblemente capaces de estar y no estar.
De venir e irse rápidamente.
Puede amar y dañar.
Pues su escritura es más que escritura.
Y menos que eso…
Pueden dispersarse cuando mas los necesitan
Y estar cuando nadie los requiera.

Pueden vivir en un mundo real y en un mundo inventado sin mayor dificultad.
Pueden desaparecer cada cierto tiempo.
Siempre creen que tiene la última palabra.
Al fin y al cabo son un parasito de la gente que lo rodea.
Se cuelgan de sus historias y las fantasean.
Y las exageran y las cambian.

Roban sus vidas y las destruyen,
O las construyen a su manera.
Juegan con ser y no ser dentro de sus personajes.
Nadie es capaz de creerles, ni siquiera ellos mismos.
Olvidan con frecuencia el límite de lo escrito, lo pensando o lo hecho.

Los escritores a veces juegan a escribir lo que sienten y no es cierto.
Es difícil convivir con uno de ellos,
Hay que conocerle el corazón para poder distinguir su vida real
O la vida de un personaje.

Los escritores, son una raza aparte
Algo así como una especie extraña
Si conoce a alguno, tenga paciencia.
Si aún no conoce a uno, agradezca.
Si por casualidad divisa alguna vez a uno y siente que va a colisionar con él,
Mejor desvíese.
Son peligrosos, no por maldad.
Sino por esencia.

miércoles, 3 de septiembre de 2008

¡ESCUCHAD!

Es hora… se apagan las luces lánguidamente
Los corazones anhelan el descanso,
la explosión, el afluente, la veracidad de la función.


Se abre el telón con toda prisa
Para darle voz a lo escrito.
Para darle esencia a lo sentido.

Se abre el telón a toda perfección:
He aquí el payaso narrador
El bufón de todas las cortes.
Alma de pájaro ruiseñor,
Oficio de arlequín cantor y declamador
Habita tras las nubes en los cielos eternos
En los bosques espesos de fango y verdor.

Se abre el telón religiosamente
Tras el que se anhela la vida y libertad
Se teme a la pasajera soledad.
Se idealiza con la corrompida humanidad

Tras el telón se aceptan auditores
Se bienvienen los vivientes, y los amortajados.
Los que carecen y los que abundan,
Los que ríen y los que a veces lloran.
(Los que lloran y los que a veces ríen)

Se abre el telón con pulcritud
Con delicadeza de artista
Con honor de guerrero.
Con idoneidad de mujer virtuosa.
Con amor de amante.
Con pasión adolescente.

Se abre le telón
Escuchad:
Este es el pálpito de los corazones
Que siguen teniendo voz y amor.

Decid:
¿Quién se queda?