domingo, 23 de noviembre de 2008

...



Me perdí en un lamento
Oculto en el tiempo quebrajado
Volando en el mar de esperanzas
Sucumbiendo en el cielo de pequeñas soledades

Estaba tras de mí su abrigo
A veces con desmedida fuerza
A veces los huesos rotos por el hielo.

Un laberinto de tropiezos
No me permite llorar.
Ni subir sin bajar.
Un estrépito no me deja brillar,
En la lejanía del volcán de sus ojos
Me pierdo presa de la culpa.

viernes, 21 de noviembre de 2008

olvido v/s recuerdo



Debo recordarme de olvidar
Debo olvidar recordar

Asumir perder
Soñar ganar

Mitigar el dolor
Que sienten aún mis calles
Con pasos de hierro.
Cerrar la puerta para siempre
Recordar el azul cuando hace frío
Y el gris cuando el calor mata.

Apagar el espejismo
Prender la luz sin miedos
Desprenderme amortajada
Del renuevo.
Olvidarme del sueño del mar


Recordar que la vida pesaba menos
Olvidar el peso del alma ennegrecida
Verter las alas a los ríos de hormigas
Ahogar en el polen los momentos,
Fundir en el bosque el laberinto difuso
Olvidar que no valió la pena
Seguir sin avanzar.

jueves, 13 de noviembre de 2008

A manos del destino


La vida que circunda

arrebatos desmedidos

de palabras sueltas y sonrisas dolientes

ajados se encuentran los corazones

de tanto extrañar

de tanto explorar sentimientos

agotados los dedos de consolar presencias.


me he desesperado

y he cabalgado por la primavera

a ver si las flores aún aromatizaban.

he subido las escalinatas sin descanso

a ver si aun tu fulgor seguía en la banca

esperando...


he caminado cabizbaja como si

una sombra me ocultara la cara,

la conciencia

la fatalidad de dar pasos incosistentes

sin rumbos

sin sentidos

con arte.


Ahi estaba

en el fin del camino

esperando el abismo, la caída

el vuelo.

el azul nítido.

lo que viniera de manos del destino.

jueves, 6 de noviembre de 2008

Hacia el Fin la vida



Sentado en el sofá de mimbre,
Ve como las naranjas que cortó se devuelven al árbol del origen
Como el aliento de vapor hecho retorna al cuerpo cansado.
Como las olas se devuelvan al mar
Y como las ovejas hoy no salen a pastar

El surco que con paciencia abrió
Se cierra invitando a la semilla a no salir de su mano temblorosa.
Y el árbol que cortó para leña
Regresa a sus raíces firmes.

Entonces siente que es tiempo de descansar
Que el tiempo inclemente no se ha detenido ni una vez
Para verlo pasar.
Que no ha tenido con él consideración.

Distingue en el reflejo del vaso que sostiene trémulo
Una sombra de infinito tiempo
Gastado, café, seco.
Sus ojos como riachuelos áridos
Su rostro mustio como desierto.

Entonces cuando ya es tarde,
comprende la vida.