lunes, 27 de octubre de 2008

Libertad

¿Existirá un ungüento para la rebeldía?
Necesito un cielo eterno que no me vea
Un camino hacia el sol
Tardes enteras perdiéndome.

Aunque haya centenas de disimulos que decir
Aunque haya cientos de olvidos en nuestro corazón
Aunque haya una hoguera al fin del camino…


La libertad nos dejó solos
La soledad libres.
No obstante felices.

Pero terminando de apoco se fue
Las banderas de conquista nos rodearon.

Y hoy estamos yertos de amparo.
Ofendidos de falsos consuelos.

La esclavitud nos dejó acompañados
La compañía esclavos.

1 comentario:

  1. mujer
    te he hayado mientras visitaba el blog de un amigo, el unico, el primero.
    me he dedicado a leer cada trozo de tu pluma inocente, y me entero cuanta belleza posees en esa pasión por la escritura.
    gracias porque me he quedado con un consuelo dentro de mi utopía...
    ¿sabras o intuirás lo que se siente cuando por fin lees algo que buscabas? tus palabras me han dicho, eso..eso es justo lo que yo quería decir sin poderlo...
    ojala no te parezca imprudente.por osar a escribirte.
    saludos y esperando tu bienvenida.
    deja su huella humilde: Antonio

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