miércoles, 7 de agosto de 2013

Siniestro




A menudo el mundo muere
y yo quiero ser catástrofe,
Despeñadero infinito,
avalancha poderosa
al final de tu camino.




2 comentarios:

  1. Hay un gran rugido al universo en estos versos... Cuando somos tormenta, la vida debería saber (o querer) escuchar nuestro grito.

    Salud_os

    ResponderEliminar
  2. Sin duda la inspiración se puede aliar con las palabras más desasosegantes. Casi puedo imaginar el momento, con la noche cerrada y dentro de esa cúpula donde nos aislamos a la hora de componer, pero tal vez la imaginación juega conmigo... Besos

    ResponderEliminar

relampagos